Guía para pacientes con flacidez tras la pérdida de peso
Una de las quejas más comunes de los pacientes que han pasado por un proceso de pérdida de peso es la flacidez que queda después. Es normal que tras la pérdida de varios kilos, la piel que rodeaba la grasa (y que estaba “estirada”) se vuelva flácida. Esto ocurre porque al eliminar el exceso de grasa, las fibras elásticas y de colágeno que sostienen la piel pierden su capacidad de retracción.
La flacidez tras la pérdida de peso se caracteriza por la falta de fibras de sostén de la piel, el colágeno y la elastina. En general, es el resultado de la pérdida de tono de la piel y su intensidad depende de varios factores, tales como: la edad, la cantidad de peso perdido, la elasticidad de la piel, la nutrición, la exposición a la luz solar, los factores genéticos, entre otros. Todo el cuerpo puede sufrir de flacidez, pero algunas zonas se ven más afectadas, principalmente los brazos, los muslos, las nalgas, el abdomen y la cara; lo que puede dar un aspecto envejecido para algunas personas. Por ello, surge la necesidad de un programa de bienestar contra la flacidez.
En el caso de una reducción de peso acentuada, especialmente de forma rápida y expresiva, la apariencia de “piel sobrante” molesta a varios pacientes, que se quejan de padecer “ombligo triste”, “barriga caída”, “abultamientos”, “flacidez en el brazo”, entre otras molestias.
Pero, gracias a la tecnología, existen tratamientos dermatológicos alternativos con equipos supermodernos para sortear este efecto y recuperar la firmeza de la piel. Por supuesto, debe combinarse con una rutina de ejercicios físicos y una dieta adecuada, preferiblemente con el seguimiento de profesionales de cada área, para mantener y potenciar el resultado conseguido con los procedimientos llevados a cabo en la clínica.
¿Por qué el cirujano debe considerar el tratamiento de la flacidez después de la pérdida de peso?
Hay dos razones principales: La satisfacción del paciente y la ventaja para la clínica.
Desde el punto de vista del paciente, es importante reforzar que no toda persona es consciente de que puede haber un exceso de piel después del proceso de pérdida de peso. En general, se espera alcanzar el resultado deseado durante el tratamiento, sin tener en cuenta otros esfuerzos importantes para alcanzar el cuerpo ideal.
Es importante no solo orientar al paciente sobre la posibilidad de que la piel quede flácida después del tratamiento, sino también planificar, desde el principio, un programa de tratamiento que pueda guiarle hacia el resultado deseado.
Lo que nos lleva al asunto que puede ser ventajoso para la clínica: La creación de planes de tratamiento no solo hace que los pacientes estén más satisfechos con los resultados finales, sino que también aporta un mayor rendimiento, permitiendo un mayor número de procedimientos realizados.
Ahí es donde entran en juego las tecnologías de tratamiento mínimamente invasivo, ya que ofrecen una opción de soluciones no quirúrgicas rentables, que permiten al médico ofrecer planes de tratamiento más personalizados para más pacientes.
Los mejores tratamientos contra la flacidez
Entre las opciones del mercado, el Ultraformer III es uno de los tratamientos más eficaces para la flacidez tras la pérdida de peso. Es un ultrasonido que combina la tecnología microfocalizada, utilizada en el rostro para el efecto lifting, líneas finas y arrugas, y la macrofocalizada, indicada para la flacidez y la grasa corporal en el abdomen, la cara interna de los muslos y otras zonas. Teniendo en cuenta que las zonas más afectadas por la flacidez tras la pérdida de peso son la espalda, los brazos, las nalgas, los muslos y el abdomen, el aparato está perfectamente calificado para el trabajo.
Es capaz de promover la retracción muscular, estimulando la producción de colágeno y consecuentemente “estirando” esta piel, combatiendo la flacidez. Dispone de protocolos exclusivos, considerados como uno de los mejores tratamientos contra la flacidez, como Ultra Arms, que también elimina la grasa localizada, así como Ultra BumbumUp que deja los glúteos más firmes y levantados.
El Scizer es un sistema diseñado para mejorar el contorno corporal de forma no quirúrgica utilizando la tecnología MFSU (Macro Focused Scanning Ultrasound). Esta tecnología está especializada en la manipulación de los adipocitos de la capa de grasa situada bajo la piel mediante ultrasonidos terapéuticos focalizados. El Scizer actúa desarrollando necrosis coagulativas, que a su vez eliminan los depósitos de grasa localizados, mejorando así el contorno corporal. Esta potente tecnología es capaz de eliminar los depósitos de grasa que ni las dietas ni el ejercicio pueden.
Ofrecer tratamientos personalizados
La cantidad de sesiones y la frecuencia de los tratamientos dependerán de cada paciente. Por ello, es importante valorar individualmente para ofrecer un programa de bienestar eficaz contra la flacidez, con un protocolo personalizado de tratamientos dermatológicos, seguimiento de nutricionistas para una dieta saludable, rutina de actividad física para mejorar la sustentación de la piel y el uso de cosméticos con activos reafirmantes.
Estos tratamientos, además de ofrecer un resultado eficaz, también deben ser considerados como un programa de bienestar, ya que devuelven la autoestima en un momento tan importante como es el periodo post-flacidez, ya sea post-natal o post-bariátrico, e incluso para aquellos pacientes que necesitan un impulso para continuar con su proceso de reeducación dietética y ejercicio.